viernes, 4 de noviembre de 2011

La relación entre fútbol, territorio, patria y política


Tribuna Política

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General Morales Bermúdez con la camiseta de Julio Meléndez, 1977.
Para entender la relación entre fútbol y patria hay que ponerle atención al factor territorial que el deporte rey carga desde su origen: “El fútbol se inicia con la expansión de Inglaterra y el Imperio Británico. Por eso el primer clásico fue entre los ingleses del barco enfrentando a los nativos del puerto conquistado”, señala el periodista e historiador Efraín Trelles, quien añade un dato sobre otro clásico local: “en 1921, el centenario de la independencia se celebró con una temporada de fútbol en el Estadio Nacional (donado por los ingleses). En el afiche de promoción se anunciaba como plato de fondo el ‘ruidoso match interprovincial entre Lima y Callao’”.
Así, el enfrentamiento promueve una identificación que siempre hay que poner en su lugar. Como lo hizo Franz Beckenbauer en CARETAS 429 (1971): “Me parece ridículo que se pretenda poner en juego la dignidad nacional de un país por lo que haga su selección futbolística. Es un absurdo”. Sin embargo, ese absurdo sucede. En el caso peruano las raíces de esta filiación están en la cancha.
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El periodista deportivo Jaime Pulgar Vidal se graduó de historiador con una tesis sobre el origen del clásico y Augusto B. Leguía. Allí señala que el enfrentamiento original no era entre blancos y negros. Era entre el fútbol entendido como diversión y el entendido como disciplina. Luego de algunos partidos entre cremas y blanquiazules, los de la “U” se dieron cuenta que debían incluir a los alegres jugadores de estratos populares para poder competir. “Esto colabora para que la imagen del peruano que se construye en los años 20 sea la del criollo entendido como el vivo”, señala Pulgar Vidal. “Alguien que con limitaciones puede ganarles a los mejores. Cuya expresión futbolística es la pared, el toque, la alegría para jugar”.
Concretada esa identificación, rápidamente los políticos se dieron cuenta que el fútbol convocaba a público de todos los colores y sectores sociales. Pulgar Vidal relata que en el Sudamericano de Lima (1935) el presidente Leguía llegó tarde a un partido de la selección para provocar que los hinchas lo aplaudieran. Desde allí hasta Ollanta Humala entrenando con la selección y asistiendo al estadio hay solo un remate directo a la tribuna popular. (JCM)

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