Tips para hablar en público
Vas a hablar en público y estás muy nervioso/a, te cuesta respirar, tenés un nudo en la garganta o en el estómago, las manos te tiemblan o la voz te sale muy finita. Sin embargo algo en tu cabecita dice: “va a salir todo bien”.
Ayer compartimos TEDxBuenosAires, y una de sus premisas al reclutar presentadores fue que estos tuvieran algo maravilloso y original para contar y que lo pudieran hacer de manera cautivante. A eso en mi pueblo le llaman: oratoria.
No vamos a hablar de los principios de la oratoria, al menos no ahora. En este post nuestro objetivo es más modesto: dar 4 claves para poder enfrentar a un público sin desfallecer en el intento.
Es natural sentir nervios antes de dar una charla, en realidad -los que saben- dicen que está bueno, porque eso aumenta tu adrenalina y mejora la respuesta de tu cerebro. Un poco de adrenalina pre-charla pone los pies en la tierra y focaliza nuestra atención. Pero como en todo, los extremos son negativos.
Los nervios deberían durar no más de 10 minutos después de empezar la charla… allí recuperamos la compostura y comenzamos a cautivar al auditorio con nuestra oratoria y pensamiento. Si el asunto dura más, hay algo que estamos haciendo mal.
El principal requisito para dar una buena charla es conocer el tema. La seguridad sobre el contenido es fundamental, si lo que digo me lo aprendí de memoria mi mente va a estar más preocupada de la palabra que del concepto, y eso se nota. Siempre le digo a mis alumnos cuando están preparando sus charlas o presentaciones que deben aprender a confiar en su conocimiento. Confianza en sí mismos y en su saber, sin eso… olvidate de charlas motivadoras.
1. Contenido
Conoce tu material. Elegí un tema que manejes, es fundamental que sepas más de lo que vas a decir. Utilizá experiencias personales o ejemplos, sumale humor y un lenguaje coloquial. Los números o enumeraciones descontextualizados producen somnolencia en el auditorio; las siglas aburren, a no ser que sea una reunión de geeks. Tratá de armar la charla con un lenguaje ameno, accesible a la mayoría del público, eso te asegura interés. Durante la charla concentrate en la coherencia de tu discurso, es bueno adaptarse sobre la marcha, ver la devolución del público, no prepares un texto rígido, tené mejor un esqueleto de conceptos y desarrollalos poco a poco.
2. Práctica
Como en todo, la fluidez se logra con la práctica. Mientras más charlas des, más seguro y desenvuelto vas a estar. Así como aprendiste a caminar, así aprendes a hablar en público: debés encontrar el balance para hacer de tu exposición algo provechoso para el público, un momento de disfrute mutuo… no una condena a muerte por aburrimiento.
Parate frente al espejo y practicá, mirá tus gestos; grabate y escuchate, practicá la entonación, los silencios.
3. Seguridad, esa gran amiga
Enfrentarse a un grupo de desconocidos es un poco chocante, llegá antes a la charla… intercambiá saludos o comentarios con los participantes, te ayuda a relajarte y a conocer un poco a la audiencia. También aprovechá de conocer el lugar en el que vas a hablar, practicar un rato antes con el micrófono o los slides (si los tuvieras). Todas estas estrategias te aportan seguridad. Una persona segura, que conoce dónde está y con quién está, se expresa más cómodamente que aquel que llega tipo paracaidista, da su charla y se va. Incluso el público te recepciona distinto si siente que puede entablar un vínculo con vos.
4. Relajate
Antes de empezar a hablar respirá profundo. Mirá a la audiencia, sonreí, saludá. Todo esto te da tiempo a organizar tus pensamientos. Nadie te corre, nadie sabe qué es lo que vas a decir o cómo. No te comportes como si estuvieras en un examen. Relajate y disfrutá la interacción. Ni se te ocurra pedir perdón por tu nerviosismo, concentrate en lo importante que la gente sabe entender. Nadie más que tu público quiere que seas interesante, entretenido y que les aportes algo… ellos quieren que vos triunfes, así que confiá!
“La auténtica riqueza de la experiencia humana perdería parte de su alegría si no existieran limitaicones que superar. La cima de la colina no sería ni la mitad de maravillosa si no hubiera oscuros valles que atravesar.” Halina Boulez
bajado de http://www.turemanso.com.ar/?p=1094
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